En el ámbito militar se llama inteligencia al producto resultante del procesamiento de información relativa a naciones extranjeras, fuerzas o elementos hostiles o potencialmente hostiles o áreas de operaciones reales o potenciales. También se aplica el término a la actividad cuyo resultado es este producto y a las organizaciones involucradas en esta actividad.[1] El objetivo de recopilar esta información es permitir planear un uso adecuado de los recursos en las eventuales operaciones que se desarrollen.
Asociada tradicionalmente al espionaje, la inteligencia abarca tareas como la recolección de información de la capacidad tecnológica, el orden de batalla, armas, equipo, entrenamiento, bases militares, comunicaciones, detección de radares, entre otras ocupaciones.
Asociada con el desarrollo de las redes de computadores se ha desarrollado una rama de la inteligencia llamada ciberinteligencia también conocida por las siglas CYBINT (del inglés Cyber Intelligence) o DNINT (del inglés Digital Network Intelligence). Esta disciplina se encarga de la inteligencia abordando tareas destinadas a informar a los tomadores de decisiones sobre aspectos pertenecientes a operaciones en el ámbito del ciberespacio.[2]
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