Juan 3, 16 (capítulo 3, versículo 16 del Evangelio de Juan) es uno de los versículos más citados de la Biblia y uno de sus fragmentos más famosos.[1][2] En el protestantismo se le llama también «el Evangelio en pocas palabras».[3]
Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.Juan 3:16 - Reina-Valera-1960[4]