Los juicios por brujería de Salem fueron una serie de audiencias locales, posteriormente seguidas por procesos judiciales formales, llevados a cabo por las autoridades con el objetivo de procesar y después, en caso de culpabilidad, castigar delitos de brujería en los condados de Essex, Suffolk y Middlesex en la entonces colonia inglesa de Massachusetts (hoy el Estado de Massachusetts, Estados Unidos), entre enero de 1692 y mayo de 1693. Este acontecimiento ha sido usado retóricamente en la política y la literatura popular como una advertencia real sobre los peligros del extremismo religioso, acusaciones falsas, fallos en el proceso y la intromisión gubernamental en las libertades individuales.[1]
Se juzgó a 144 personas; 19 fueron ejecutadas y una falleció por tortura durante el proceso.[2]