La lata de bebida es generalmente un contenedor que permite conservar y transportar líquidos destinados al consumo humano. Suele tener forma cilíndrica, fabricado de aluminio (u hojalata) y con una capacidad estándar de 33 a 50 centilitros.[1] Se puede incluir en su interior, desde los refrescos que incluyen las bebidas carbonatadas, los Jugo de frutas, hasta bebidas alcohólicas como: cerveza, los cocktails con bebidas carbonatadas como gin tonic. Suelen elaborarse mediante chapas de fino metal con el objeto de que puedan soportar, no sólo la presión del líquido carbonatado, sino también los ácidos que suelen contener las bebidas de su interior.
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