Leopold von Ranke (Wiehe, Electorado de Sajonia, 21 de diciembre de 1795-Berlín, Imperio alemán, 23 de mayo de 1886) fue un historiador alemán del siglo xix, fundador y máximo exponente del historicismo alemán. Basó su obra en la investigación de archivos y la crítica de fuentes documentales, acorde a un método histórico que contribuyó a estandarizar y extender por todo Occidente[1][2]. Introdujo en las universidades la práctica del seminario histórico, que se hizo extensiva a raíz de su trabajo al resto de los estados alemanes.
Ranke ejerció una gran influencia en la historiografía occidental y se le considera un símbolo de la calidad de los estudios históricos alemanes del siglo XIX, inscritos en la corriente del historicismo. Influido por Barthold Georg Niebuhr, tenía mucho talento para construir narraciones sin sobrepasar los límites de la evidencia histórica, guiado por su máxima de "no juzgar los acontecimientos sino contar exactamente lo que sucedió"[1][2]. Esto para evitar la incursión en especulaciones anacrónicas y sin evidencia que él atribuía a la historia de raíz más literarias o filosóficas. Sin embargo, sus críticos han señalado la influencia del luteranismo a la hora de guiar su obra, especialmente su creencia en que las acciones de Dios se manifestaban en las vidas de los hombres y en la historia, un punto de vista que dio forma a sus ideas de que el Imperio alemán era una manifestación de la intención de Dios.[3]
Según Caroline Hoefferle, "Ranke fue probablemente el historiador más importante que dio forma a [la] profesión histórica tal como surgió en Europa y Estados Unidos a finales del siglo XIX".[4]