Mito fundacional o mito fundador (aition αἴτιον, "causa" en griego)[1] es el mito etiológico que explica el origen de un rito o una polis; aunque también se aplica al de cualquier grupo, costumbre, creencia, filosofía, disciplina, idea o nación.[2]
El protagonista de la fundación es un tipo de héroe (epónimo -monumento de los héroes epónimos-, oikistés —fundador de una colonia—, héroe civilizador).[3]
En muchos mitos es el gran exterminador de monstruos y ayuda a los hombres a librarse de... terroríficas plagas... inventó los oficios y las artes e instituyó las leyes [nomothete] y las ceremonias.... En muchas versiones... mediante el engaño o la lucha con... [quien] no quiere entregar o difundir sus descubrimientos. A veces... es el padre de unos gemelos; otras veces... los gemelos encarnan la escisión de las dos potencias... la de producir o crear y la de destruir.[4]
Es muy habitual entre los mitos fundacionales de distintos pueblos y culturas la repetición de elementos comunes (arquetipos):
La identificación con un animal, rasgo que la antropología ha popularizado con la palabra "tótem".
El surgimiento de los elementos: del fuego, del aire, de la tierra (ctónico), del agua o, mejor aún, del espacio confuso e intermedio entre el agua y la tierra (el barro, la marisma, la ciénega).[5]