Una novela ligera (ライトノベル raito noberu?), también llamada ranobe (ラノベ?) es un género literario típico japonés caracterizado por ser redactado con gramática simple. El término es un wasei-eigo —término japonés inventado a partir de palabras del idioma inglés— de «light novel». Este género ha adquirido recientemente una gran popularidad en su país natal, y con frecuencia se usa para adaptar éxitos de manga o películas, aunque también puede ocurrir el caso inverso(Se escribe primero Novela Ligera. y después su adaptación al manga). "La novela ligera se caracteriza por tener un estilo pensado para lectura rápida. Suelen tener una extensión que oscila entre la 35.000 y 50.000 palabras y al texto le suele acompañar entre 5 o 10 ilustraciones de estilo manga, para ambientar alguna escena del libro.".[1]
El formato impreso es el (A6, 10.5 cm × 14.8 cm [4.1 in × 5.8 in]) en Japón se llama Bunkobon. Las novelas ligeras están sujetas a calendarios de publicación densos, y las nuevas entregas se publican en intervalos de 3 a 9 meses.
Primeras obras "Se estima que fue entre 1975 y 1980, cuando aparecieron las primeras novelas de Yoshiki Tanaka tituladas “La leyenda de los Héroes Galácticos” y “La Heroica Leyenda de Arslan”.[2]"También no hay que confundir novela ligera con manga. El manga se basa principalmente en las ilustraciones para contar la historia con muy poco texto".[1]
La mayoría de novelas ligeras se publican por entregas en periódicos y revistas con determinadas tramas para mantener interesado al lector, y cuando son editadas de forma independiente llegan a tener una recopilación extensa de Tankōbons[3] (recopilación de capítulos de una sola serie). En idioma español este tipo de distribución es denominado "folletín". Estos textos es el más común material impreso en idioma japonés dirigido a un grupo demográfico joven, como es probable que estos todavía no dominen la lectura de los 2136 kanjis del Jōyō kanji, el autor de novelas ligera (o cualquier texto dirigido a lectores en idioma japonés) debe considerar como balancear los múltiples sistemas de escritura utilizados para escribir japonés.
No hay restricción en cuanto a la extensión (en tomos y páginas) de una novela ligera; pueden llegar a ser múltiples tomos según las intenciones del autor.[4]
Comparado con las novelas occidentales, estas suelen tener títulos inusualmente largos para que el lector sepa el tipo de historia que trata.[5]