La olduvayense, o industria de modo 1, es una de las formas de denominar a las primeras industrias humanas de la prehistoria africana. Reciben tal apelativo a causa de uno de los yacimientos más importantes donde se han hallado tales industrias: la garganta de Olduvai, en Tanzania. El término olduvayense puede considerarse equivalente a lo que fuera de África se ha llamado pre-achelense, Paleolítico inferior arcaico o cultura de los cantos tallados, si bien en el continente africano los restos arqueológicos son sensiblemente más antiguos.
Acerca de los primeros utensilios fabricados por homínidos, existen ciertos interrogantes que aún no se han aclarado totalmente. Primero está la cuestión de cuál fue la primera especie en elaborar herramientas y si tal rasgo es suficiente como para considerar a dicha especie dentro del género Homo. En segundo lugar, no se puede afirmar, al menos para los vestigios más antiguos, que se trate de útiles fabricados por alguien con conciencia de lo que hacía.[1]
Las primeras referencias a industrias humanas extremadamente antiguas en África se deben a E. J. Wayland, quien estudió en la antigua Rhodesia del Norte (ahora Zambia) cierto yacimiento a orillas del río Kafue,[2] por lo que bautizó la facies cultural como kafuense, que luego volvió a encontrar en Uganda;[3] ambas eran zonas pertenecientes al Imperio británico. La kafuense está siendo cuestionada como cultura independiente.
El descubrimiento científico, en cambio, se debe a la labor de Louis Leakey en los años 30 y 40. Leakey trabajó en la Garganta de Olduvai, contrastando sólidamente sus resultados que sirvieron de efecto multiplicador para dar a conocer otras industrias similares, sobre todo en el este, el sur y el norte de África.
Al día de hoy, la mayor parte de los hallazgos consignados son recolecciones de superficie, raramente asociables a una estratigrafía fiable que permita una datación precisa y el establecimiento de una secuencia evolutiva (por ejemplo, el curso alto del río Semliki, en el Congo, Fejej, en Etiopía o Wadi Saura en Túnez). En tales casos, los pocos yacimientos excavados y bien datados sirven como referencia para jalonar aquellos otros por medio de analogías, casi siempre tipológicas, con todo el riesgo que ello conlleva.[cita requerida]
Considerando la desaparición de utillaje en materiales perecederos como la madera o el hueso, la panoplia olduvayense más pura se limita al canto tallado (entendido como útil, como núcleo o como ambas cosas) y la lasca (retocada o no), aunque, a medida que este evoluciona, se le añaden nuevos tipos líticos, más especializados y sofisticados.[cita requerida]