Osamu Tezuka | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | 手塚 治 | |
Nombre en japonés | 手塚 治虫 | |
Apodo | マンガの神様 | |
Nacimiento |
3 de noviembre de 1928 Toyonaka, Japón | |
Fallecimiento |
9 de febrero de 1989 Tokio, Japón | (60 años)|
Causa de muerte | Cáncer de estómago | |
Sepultura | Sōzen-ji | |
Nacionalidad | Japonesa | |
Lengua materna | Japonés | |
Familia | ||
Padre | Yutaka Tezuka | |
Hijos | Makoto Tezuka | |
Educación | ||
Educación | Doctor en Ciencias Médicas | |
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Director de cine, productor de cine, mangaka, animador, médico, escritor, diseñador de personajes, guionista, ilustrador, artista y productor de televisión | |
Años activo | 1946-1988 | |
Obras notables | ||
Sitio web | tezukaosamu.net | |
Firma | ||
Osamu Tezuka (手塚 治虫 Tezuka Osamu?, Toyonaka, 3 de noviembre de 1928-Tokio, 9 de febrero de 1989) fue un mangaka y animador japonés, conocido popularmente en su país como «el dios del manga» (漫画の神様 manga no kamisama?), debido a que gracias a su obra expandió y difundió masivamente la lectura y el consumo del manga como medio de entretenimiento popular, dando como consecuencia que los mangas llegaran a tener una influencia profunda en la sociedad japonesa de la posguerra. Su nueva manera de desarrollar y crear manga, basada en las técnicas de la cinematografía de la época y de genios de la animación como Walt Disney,[1] replanteó la tradicional realización de las historietas que apenas ocupaban unas viñetas rígidas y de pocos cuadros con cortas historias autoconclusivas para ser reemplazadas por los llamados story manga, o mangas de larga duración con una trama mucho más elaborada y compleja.
Así, esta nueva técnica permitió que adaptara genialmente las grandes obras maestras de la literatura mundial a la historieta gráfica como hizo con Crimen y castigo, o se inspirara en ellas para crear sus propias aventuras como su primer gran éxito La nueva isla del tesoro (Shin Takarajima).
Tal fue el impacto de sus creaciones y de sus obras que hasta el día de hoy la base de su estilo perdura en los nuevos autores japoneses y los personajes que él dio a luz con su pluma siguen viviendo en la cultura popular de Japón, donde se puede encontrar en las librerías la gran mayoría de sus obras. Además, sus mangas han sido traducidas a decenas de lenguas, entre ellas el español.[2] La ternura y el profundo y sincero humanismo que imprimió a sus personajes han dejado una huella indeleble, haciendo de él un autor universal capaz de traspasar culturas. Incluso los ojos desproporcionadamente grandes que son tan característicos de la animación y los mangas (sobre todo en el shoujo) constituyen un legado de Tezuka.