Un animal ovíparo (del latín ovum, 'huevo', y parire, 'parir') presenta una modalidad de reproducción que incluye el depósito de huevos en el medio externo donde completan su desarrollo embrionario antes de la eclosión. Son ovíparos la totalidad de las aves así como la mayoría de los insectos, peces, anfibios y reptiles. Entre los mamíferos solo son ovíparos los monotremas (el ornitorrinco y los equidnas).
Los animales que producen huevos secos que son puestos al aire, como aves, reptiles o insectos, los depositan después de haber seguido un procedimiento de fecundación interna. Los que producen huevos blandos que son puestos en el agua (peces, crustáceos, anfibios...) son depositados sin fecundar, la fecundación se produce cuando el macho vierte su esperma entre los huevos mientras la hembra los deposita (fecundación externa). Estos animales son llamados ovulíparos.
Se denomina ovíparos a todos aquellos animales cuyas hembras ponen huevos, así como los reptiles, los anfibios y las aves.
Cada especie varía en cuanto a la producción de huevos, según su temporada de reproducción, como la tortuga marina que producen entre 70 y 190 huevos, hasta las aves que pueden producir huevos por debajo de las dos docenas.