Perfectae Caritatis, el Decreto sobre la adaptación y renovación de la vida religiosa, es el documento publicado por el Concilio Vaticano II que trata específicamente de los institutos de vida consagrada en la Iglesia católica.[1] Uno de los documentos más breves del Concilio, el decreto fue aprobado por 2.321 votos a favor y 4 en contra de los obispos reunidos, y promulgado por el Papa Pablo VI el 28 de octubre de 1965. Como es habitual en los documentos de la Iglesia, el título está tomado de las primeras palabras (íncipit) del decreto: "de la Caridad Perfecta" en latín.[2]