Un personaje tipo es un modelo humano o animado que reúne un conjunto de rasgos físicos, psicológicos y morales prefijados y reconocidos por los lectores o el público espectador como peculiares de una función o papel ya conformado por la tradición. Los personajes tipo son instantáneamente reconocibles por los miembros de una cultura dada, de tal forma que «el espectador de una película o el lector de una historieta, desea, quiere y espera que el 'bueno' ponga cara de bueno, y el 'malo' ponga cara de malo».[1]
Dependen fuertemente, por lo tanto, de tipos o estereotipos culturales para su personalidad, forma de hablar, y otras características. Debido a ello, un recurso frecuente de comedia y parodia es el exagerar muchísimo los rasgos habituales de los personajes tipo. El tipo enmarca también figuras representativas de grupos sociales reducidos, a los que se caracteriza por un rasgo psicológico o moral (el avaro, el seductor, el fanfarrón...), una actividad (el aguador, el ciego...), o un medio social (el pícaro, el bandido...).
Los personajes tipo de la tradición occidental proceden de los teatros de la Grecia y Roma antiguas y, algo más recientemente, de la comedia del arte italiana.
Ejemplos de tipos son frecuentes en la literatura costumbrista española del siglo XIX y en el teatro español del siglo de oro.
En los Estados Unidos, los tribunales han dictaminado que la protección de los derechos de autor no puede ser aplicada a las características de los personajes tipo en una historia, ya sea un libro, una obra de teatro o una película: Nichols v. Universal Pictures Corporation, 45 F.2d 119 (2d Cir. 1930).