La actual Porta San Sebastiano ('Puerta de San Sebastián', en español) es la más grande y de las mejor conservadas de las puertas del cinturón defensivo de las murallas aurelianas de Roma. El nombre original era Porta Appia porque por allí se salía a la Vía Apia, la «regina viarum» que comenzaba un poco más atrás de la Porta Capena de las murallas servianas, y lo conservó por mucho tiempo.
En el Medioevo, también era llamada Accia (o Dazza o Datia), cuya etimología es bastante incierta; aparentemente estaría ligada al hecho de que en su proximidad el arroyo Almone, llamado «Acqua Accia». Un documento del 1434 la menciona como «Porta Domine quo vadis». Solo después de la mitad del siglo XV se puede finalmente documentar el uso del nombre que ostenta aun hoy, debido a que se encuentra próxima a la basílica de San Sebastián extramuros y a las catacumbas de San Sebastiano.