Los portulanos, también conocidos como cartas portulanas, eran manuales, generalmente con forma de libro, que se usaban en la navegación medieval y en los que aparecían listas sistemáticas de puertos (de ahí su nombre), las distancias entre ellos y las direcciones para dirigirse de uno a otro. Describían sobre todo la costa mediterránea, aunque también hubo algunos de costas atlánticas.[1][2] Aparecieron en el siglo XIII d. C. y continuaron elaborándose en varias centurias, incluso muy avanzada la Edad Moderna, aunque son productos típicos de los siglos XIV y XV principalmente. Contenían información sobre distancias, vías para acceder a los puertos, peligros, bancos de arena, arrecifes y anclajes.[1] Se caracterizan por tres circunstancias: