Post impresionismo o postimpresionismo[1] es un término histórico-artístico que se aplica a los estilos pictóricos a finales del siglo XIX y principios del XX posteriores al impresionismo. Lo acuñó el crítico británico Roger Fry con motivo de una exposición de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh, que se celebró en Londres en 1910. Sus exponentes reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.
El término postimpresionismo fue utilizado por primera vez por el crítico de arte Roger Fry en 1906.[2][3] El crítico Frank Rutter en una reseña del Salon d'Automne publicada en Art News, 15 de octubre de 1910, describió a Othon Friesz como un "líder postimpresionista"; también había un anuncio de la exposición Los postimpresionistas de Francia.[4] Tres semanas más tarde, Roger Fry volvió a utilizar el término cuando organizó la exposición de 1910 Manet y los postimpresionistas, definiéndola como el desarrollo del arte francés desde Manet.
Los postimpresionistas ampliaron el Impresionismo al tiempo que rechazaban sus limitaciones: siguieron utilizando colores vivos, a veces empleando el impasto (aplicación espesa de pintura) y pintando del natural, pero se inclinaban más por enfatizar las formas geométricas, distorsionar la forma para conseguir un efecto expresivo y utilizar colores poco naturales o modificados.
↑Términos ambos correctos, sobre todo porque "impresionismo" comienza por vocal; aunque el Diccionario panhispánico de dudas prefiere como regla general el uso del "pos-": Forma simplificada del prefijo de origen latino
Puesto que la t precedida de una s en posición final de sílaba, cuando va seguida la otra consonante, es de difícil articulación en español, se recomienda usar la forma simplificada pos- en todas las palabras compuestas que incorporen este prefijo, incluidas aquellas en las que el prefijo se une a voces que empiezan por vocal (aunque en ese caso la articulación de la -t- presente menos dificultades): posmoderno, posdata, posoperatorio, etc. No obstante, se consideran también válidas, aunque no se recomiendan, las grafías que conservan la forma etimológica post-: postdata, postoperatorio etc. Solo en los casos en que este prefijo se une a palabras que comienzan por s- se aconseja conservar la t, para evitar la confluencia de dos eses en la escritura: postsocialismo, postsurrealismo. Naturalmente, cuando este prefijo se une a una palabra que comienza por t-, se mantiene la secuencia -st-: postraumático, postónico. citado en FUNDEU. No obstante, en el vademécum de la misma FUNDEU ignoran la recomendación del Panhispánico usando repetidamente "post-", cuando habla del problema de los guiones: postsoviético, no post-soviético; postgrado, no post-grado; postelectoral, no post-electoral, etc. (...) Además, se recuerda que el guion es necesario cuando el prefijo se une a una palabra que empieza con mayúscula o a una sigla: post-Expo, no postExpo; post-OPEP, no postOPEP.
↑Peter Morrin, Judith Zilczer, William C. Agee, The Advent of Modernism. Post-Impressionism and North American Art, 1900-1918, High Museum of Art, 1986