La primera ola del punk, a veces llamada punk rock clásico, punk 77 o punk de los '70s, es un término utilizado para definir a las primeras bandas punk de los Estados Unidos y el Reino Unido.
El período de formación de estas bandas se sitúa a mediados de la década de 1970, como continuación de lo que ahora se denomina el proto-punk, y las principales ciudades del movimiento fueron Nueva York y Londres. Los nuevos grupos se caracterizaban por tener influencia del garage rock pero con un carácter mucho más agresivo, tanto en letras, estética y actitud en el escenario.
Una característica fundamental de las bandas de la Primera ola del punk fue de que estas sonaban extremadamente diferentes entre sí, algunas siendo muy minimalistas y con letras simples, como los Ramones y Blondie y otras con más arreglos y contenido político como los Sex Pistols y The Clash.