Pueblos prerromanos es la expresión con que la historiografía denomina a los pueblos originarios de las distintas zonas por las que se extendió el Imperio romano.
La romanización (concepto del cual lo prerromano es el sustrato cultural y antropológico) se aplica especialmente en su parte occidental (Imperio romano de Occidente), mientras que su parte oriental (Imperio romano de Oriente) se mantuvo bajo el predominio cultural del helenismo o de las mucho más antiguas civilizaciones locales (Antiguo Egipto, Antiguo Oriente Próximo), con excepción de las zonas balcánica y danubiana (Iliria, Panonia o Dacia), que sí fueron romanizadas.
Los denominados pueblos bárbaros de más allá del limes septentrional (Rin y Danubio) no fueron conquistados por Roma, aunque entraron en su órbita cultural, sobre todo los germanos, especialmente a partir del periodo de las invasiones germánicas que marcaron la caída del Imperio romano.