La querella de las investiduras enfrentó a papas y emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico hasta 1122, cuando se resolvió el conflicto mediante el Concordato de Worms.[1] Se encuentran varias fechas para el comienzo del enfrentamiento, por ejemplo 1075[1] o alrededor de 1078.[2] La causa de la querella de las investiduras era la provisión de beneficios (rentas) y títulos eclesiásticos. Se puede resumir como la disputa que mantuvieron pontífices y emperadores del Sacro Imperio por la supremacía de su respectiva autoridad en los nombramientos de oficios en la Iglesia católica.