El rapto de las sabinas es un episodio mitológico que describe el secuestro de mujeres de la tribu de los sabinos por parte de los fundadores de Roma. Ha sido un tema frecuente en la pintura y la escultura, sobre todo durante el Renacimiento y la época posterior, al reunir ejemplos del valor y la audacia de los antiguos romanos con la oportunidad de representar figuras semidesnudas en una batalla intensa y apasionada.
El historiador y comparativista Georges Dumézil ha afirmado que el episodio es un mito fundacional basado en un esquema indoeuropeo heredado que tiene por objeto ilustrar la creación de una sociedad armoniosa y completa a través de la integración de las tres funciones, en la que los sabinos añaden su riqueza a las virtudes religiosas y guerreras de Rómulo y sus compañeros.[1]