Rastrojero | ||
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Datos generales | ||
Fabricante |
Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME) Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA) Industrias Mecánicas del Estado (IME) | |
Diseñador | Ing. Raúl Gómez, e Ing. Félix Santiago Sanguinetti | |
Período | 1952-1979 | |
Configuración | ||
Tipo | Utilitario | |
Carrocerías | Pickup de una tonelada | |
Configuración | Motor delantero / tracción trasera | |
Dimensiones | ||
Longitud | 4650 milímetros | |
Anchura | 1690 milímetros | |
Se conoce con el nombre de Rastrojero a una serie de utilitarios fabricados y desarrollados en Argentina, primeramente por Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME), luego por la Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA) y finalmente por Industrias Mecánicas del Estado (IME).
Se trató de una serie de vehículos diseñados y desarrollados para ser utilizados como utilitarios de carga, siendo años más tarde desarrolladas versiones para transporte de pasajeros. El primer diseño y desarrollo del Rastrojero, fue obra de los ingenieros Raúl Gómez, Rubí Lutereau y Félix Santiago Sanguinetti, a pedido del entonces Presidente Juan Domingo Perón.
Su nombre hace alusión a la acción del vehículo de marchar sobre el residuo de la cosecha, conocido como «rastrojo», siendo a su vez el objetivo principal para el que fuera diseñado, ya que su desarrollo estuvo destinado a la movilización de la producción agrícola argentina de manera eficiente, a la vez de ser un vehículo pensado para su adquisición por parte de las clases más bajas de la sociedad, debido a su relativo bajo costo de mantenimiento.
La primera generación del Rastrojero fue desarrollada a partir de los resabios que quedaron de una adquisición realizada por el Estado argentino a la empresa estadounidense Empire Tractor Corp, consistente en casi 2500 tractores. Tales máquinas terminaron siendo desechadas por el Estado, debido a que no estaban desarrolladas para realizar tareas agrícolas, sino más bien para acarrear armamento militar. Finalmente, sus elementos mecánicos tales como el motor naftero Willys de 4 cilindros y la caja de cambios de estos tractores, fueron utilizados para la motorización de las primeras unidades del Rastrojero.
Al finalizar el stock de alrededor de 2500 motores Willys nafteros procedentes de los tractores Empire, en 1954 el Gobierno llamó a un concurso para empresas, con el fin de sellar un acuerdo de provisión impulsores para continuar con la producción del Rastrojero. Si bien cuatro fueron las empresas que respondieron al llamado (Jenbach, Perkins, Fiat y Borgward), el encargado de hacer las comparaciones y tomar una decisión al respecto fue el ingeniero Félix Sanguinetti, y la motorización elegida resultó ser la alemana Borgward, que presentó y desarrolló un impulsor diésel que permitió alargar la producción del Rastrojero, a la vez de permitir una reducción considerable en sus costos.
Según el propio Ingeniero Félix Sanguinetti,[1] en una entrevista realizada poco antes de fallecer a los 99 años de edad, comentó que el motor Borgward resultada ser el más adecuado, Porque "el Perkins era un motor pesado y el Fiat era lento", por ello el motor alemán era el más adecuado para el Rastrojero. Y entre las ventajas que ofreció la empresa Borgward es que tuvo el compromiso de instalarse en Argentina, para la producción local de esos motores, por lo que se fundó en la zona de Isidro Casanova, Partido de La Matanza, la planta industrial Borgward - Argentina S.A., en un predio de 19 hectáreas, donde se produjeron inicialmente los motores Borgward de 42 HP de potencia, y luego en el año 1965 los Borgward 52 HP.
El Rastrojero cuando incorporó a los motores Borgward de 42 HP comenzó a popularizarse sobre todo por la diferencia que se notaba en su consumo, dado que este vehículo de trabajo gastaba menos cantidad de litros que los nafteros, y como el valor del gasoil no tenía impuestos este vehículo "Rastrojero Diesel" marcó una diferencia importante al momento de prestar servicios, debido a la tremenda diferencia de costos de 10 a 1 (nafta - Gasoil) gracias a que el gasoil no tenía impuestos, por lo que la motorización de 52 HP permitió al Rastrojero tener un mejor desempeño sobre todo cuando estaba cargado.
Fue a partir de 1968 que los Rastrojeros tuvieron un cambio total en el diseño de carrocería, pasando del reconocido "Carucita" a los que fueron denominados por el público los "Caburé", dado este apodo que se le dio por los faros triangulares, que vistos de frente se asemejan a la mirada de una lechuza. De esta manera los Rastrojeros con el nuevo formato de carrocería totalmente de chapa pasaron a formar parte del mercado automotriz con una presencia diferente, asemejándose a las modernas camionetas que se vendían por aquellos tiempos. Los "Caburé" tenían una carrocería integral, toda de chapa, aunque obviamente continuaron saliendo también las versiones con las tradicionales cajas de madera (de Pino Paraná).
Este nuevo diseño de faros triangulares fue logrado por un equipo de ingenieros y diseñadores italianos, que fueron especialmente contratados por la IME, quienes trabajaron por meses en un galpón separado de la línea de producción, hasta que ese nuevo formato fue presentado en sociedad a partir de 1968. Estando estos "Caburé" motorizados inicialmente con los ya conocidos Borgward 52 HP, y a partir de 1971 con los Indenor 4.88 de origen francés.
Fue producido desde 1952 hasta 1956 por Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado (IAME). Tras la "Revolución Libertadora" de 1955 hubo una redenominación de esta última, y pasó a llamarse Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas (DINFIA), su producción siguió desde 1956 a 1967. Finalmente y tras la separación de DINFIA entre la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) e Industrias Mecánicas del Estado (IME), esta última continuó su producción desde 1967 hasta su desaparición definitiva en 1980.[2]
En la actualidad, el Rastrojero es considerado como el más característico símbolo del ingenio y la producción automotriz argentina, ya que su desarrollo y producción fueron la piedra fundacional de la primera industria metalmecánica del Estado argentino, habiendo también coincidido el final de su producción con la decisión del desmantelamiento de Industrias Mecánicas del Estado, llevado adelante por el Gobierno de Facto que gobernaba en Argentina en el año 1980.