La expresión reductio ad Hitlerum (reducción a Hitler), argumentum ad Hitlerum o argumentum ad nazium es una falacia del tipo ad hominem creada originalmente por el filósofo político judío alemán Leo Strauss (1899-1973), profesor de la Universidad de Chicago, en donde un punto de vista queda refutado por ser casualmente compartido por Adolf Hitler.[1] Fue planteada en 1951 en un artículo de Measure: A Critical Journal.[2] Es una combinación de varias falacias: la típica falacia de asociación y argumento ad nauseam al suponer que no es necesario mayor debate tras la acusación.
Reductio ad Hitlerum es una falacia en la forma: «Adolf Hitler apoyaba X, por lo tanto X debe ser malo».