Las relaciones entre Estados Unidos y Francia fueron establecidas en 1776, tras la independencia de Estados Unidos. Francia fue la primera aliada de los nuevos Estados Unidos desde la Guerra de la Independencia mediante tratado de apoyo militar firmado en 1778. Las relaciones franco-estadounidenses han sido en general pacíficas, excepto una lucha a gran escala en 1798 y algunas trifulcas en 1942 con un sector francés. Durante su historia han sido importantes aliados, sobre todo durante la Primera y Segunda Guerra Mundial que junto con Gran Bretaña formaron los principales aliados que detuvieron el avance alemán.