La Revuelta carausiana (286 - 296) fue un episodio de la historia del Imperio romano durante el cual un jefe naval romano, Carausio, se declaró emperador de Britania y de la Galia septentrional. Sus territorios gálicos fueron recuperados por el césar occidental, Constancio I, en el año 293, tras lo cual Carausio fue asesinado por su subordinado Alecto. Britania fue finalmente recuperada por Constancio y su subordinado Asclepiodoto en 296.