Los ropalios o ropalias son estructuras sensoriales en forma de pequeños tentáculos[1] presentes en las medusas de las clases Scyphozoa y Cubozoa, que suelen localizarse en los bordes de la umbrela. Los ropalios más simples están compuestos por un estatocisto y un fotorreceptor en forma de ocelo, sensible a la intensidad lumínica.
El estatocisto es una vesícula, que contiene un elemento mineral llamado estatolito, y que proporciona a la medusa un sentido de la orientación espacial.[2] El ocelo permite a la medusa regular la profundidad a la que se encuentra, siguiendo la intensidad de la luz.