Segunda guerra de los Balcanes | ||||
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Parte de Guerras balcánicas | ||||
Mapa de las operaciones militares. | ||||
Fecha | 29 de junio-10 de agosto de 1913 | |||
Lugar | Península de los Balcanes | |||
Casus belli | Ataque de las fuerzas búlgaras en Macedonia contra las serbias y griegas. | |||
Resultado | Derrota búlgara | |||
Consecuencias |
Tratado de Bucarest (1913) Tratado de Constantinopla (1913) | |||
Cambios territoriales | Bulgaria cede Macedonia a Serbia y Grecia, Adrianópolis al Imperio otomano y Dobruya a Rumania. | |||
Beligerantes | ||||
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Figuras políticas | ||||
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Comandantes | ||||
Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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La segunda guerra de los Balcanes fue un breve conflicto que enfrentó en el verano de 1913 a Bulgaria con sus antiguos aliados de la Liga Balcánica, Rumanía y el Imperio otomano, del que salió derrotada.[11] La guerra llevó a un nuevo tratado de paz, el Tratado de Bucarest,[11] que modificó el reparto territorial acordado en el reciente Tratado de Londres que había puesto fin a la primera guerra balcánica en la que la Liga había derrotado a los otomanos.[5]
Los combates duraron treinta y tres días y comenzaron con una ofensiva búlgara que pronto dio paso a contraofensivas serbias y griegas. La intransigencia territorial búlgara, que no se avino a aceptar la posesión griega de Salónica para mantener su alianza con Grecia, ni a ceder la Dobruya meridional para evitar el ataque rumano que decidió la contienda, facilitaron su derrota final.[12] Aunque los búlgaros lograron contener finalmente casi todos los avances serbo-griegos, la entrada en el conflicto de Rumanía primero y del Imperio otomano más tarde garantizó su derrota. El Gobierno de Sofía no se aseguró tampoco el apoyo decidido de Rusia, que podía haber evitado los ataques de rumanos y otomanos.[12] Tampoco contó con el respaldo de las potencias, perdido por el ataque a sus antiguos aliados que desencadenó la guerra.[13]
La contienda acabó con un reparto territorial principalmente favorable a los vencedores: Serbia obtuvo el grueso de la Macedonia septentrional, Grecia de la meridional (incluyendo Salónica),[14] Rumanía la Dobruya meridional[15] y el Imperio otomano Tracia oriental con Adrianópolis.[15] Bulgaria, a pesar de considerar la guerra como una catástrofe, obtuvo una pequeña parte de Macedonia, la Tracia occidental y territorios al sur de los montes Ródope.[16]
Militarmente, Serbia quedó como la principal potencia regional junto con Rumanía, mientras que políticamente fue la única nación cercana a Rusia tras el alejamiento de Bulgaria, insatisfecha con la actitud rusa durante el enfrentamiento.[17] La dependencia rusa de Serbia en los Balcanes para mantener su influencia fue un factor importante en el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial un año más tarde, en el verano de 1914.[17]