El sello postal, también conocido como estampilla (postal), estampa, sello (postal) o timbre (postal),[1][2] es un comprobante del pago previo de los envíos efectuados por correo en forma de etiqueta, generalmente engomada o directamente impreso. El sello es un pequeño papel cuya forma más usual es rectangular o cuadrada con bordes dentados, que se pega en un sobre, y que indica que la persona que realiza el envío pagó el servicio.
El arte postal utiliza a menudo este medio y este formato para su difusión creando falsos sellos postales de todo tipo.
Los sellos de valor variable o ATM son aquellos impresos y distribuidos a través de máquinas.[3] Estas imprimen el valor de franqueo deseado por el usuario en un papel especial, y el sello o estampilla resultante puede ser empleado para franqueo como un sello "tradicional".