Siete jefes de los magiares es la denominación mítica de los líderes de las siete tribus magiares en el momento de su llegada a la llanura panónica en 896. Desde mediados del siglo IX las siete tribus habían formado una confederación (Hétmagyar -"los siete magiares"-) sacralizada por un pacto de sangre entre sus jefes que implicaba lealtad eterna a su líder, Álmos.
El emperador bizantino Constantino VII nombra, en De Administrando Imperio, a las siete tribus sin indicar el nombre de sus jefes, y describe algunos aspectos del liderato. Esa lista puede ser verificada con la toponimia de los asentamientos húngaros. Otras listas, que sí aportan nombres de los "jefes" no pueden ser tomadas como un dato verificable, ya que diferentes crónicas dan listas contradictorias.