El tourbillon (en francés, "torbellino")[1] es un mecanismo de relojería creado en 1795 y patentado en 1801 por el relojero Abraham Louis Breguet para compensar el efecto irregular que produce la gravedad sobre la marcha del volante y la rueda de escape cuando el reloj permanece en reposo (con la misma posición) durante un cierto tiempo, sobre todo en los relojes de bolsillo. Consiste en un mecanismo que hace girar sobre su eje un armazón en forma de jaula (normalmente una vez por minuto) sobre el que se montan el volante y el escape del reloj.
Con la rotación de dicho armazón en forma de jaula, el efecto producido por la fuerza de la gravedad sobre la marcha del conjunto volante/escape no se concentra siempre en el mismo sentido sino que se promedia. Así se consigue incrementar la precisión del mecanismo del reloj.
Originalmente concebido como un dispositivo para mejorar la precisión, los tourbillones actualmente se incluyen en algunos relojes modernos de alta gama como un elemento exclusivo, demostración de virtuosismo técnico. El mecanismo suele estar visible mediante una ventana practicada a través de la esfera, mostrando su funcionamiento.