Uritorco | ||
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Vista del Uritorco desde la ciudad de Capilla del Monte. | ||
Localización geográfica | ||
Continente | América | |
Cordillera | Sierra Chica (de) | |
Sierra | Sierras Chicas | |
Coordenadas | 30°50′39″S 64°28′34″O / -30.844166666667, -64.476111111111 | |
Localización administrativa | ||
País | Argentina | |
División | Provincia de Córdoba | |
Localización | Córdoba | |
Características generales | ||
Altitud | 1979 metros (6493 pies) | |
Montañismo | ||
Ruta | Caminata | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Provincia de Córdoba (Argentina). | ||
El Uritorco (uritu urqu = "cerro de los loros" en quichua) es un cerro de 1979 m s. n. m. (unos 6500 pies) en el centro de la Argentina, situado en el norte del Valle de Punilla, en Capilla del Monte, en la provincia de Córdoba, accesible por las rutas RN 38 y provincial 17. Su cumbre es la máxima elevación de la Sierras Chicas, llamada antiguamente Viarava. Es considerada la sexta Maravilla Natural de Córdoba.
El cerro fue formado por bloques paleozoicos fallados y ascendidos. En sus cercanías (ladera norte) se encuentra "Los Terrones", Parque Autóctono, Cultural y Recreativo, lugar de relevancia histórica, cultural y paisajística. Quizás se trataría de una falla geológica que realmente llama la atención por su distinta composición terrestre, el colorido y la variación de distintos estrechos y pasadizos por el desgaste eólico o marítimo, que dan la forma de un "paisaje encantado"; otros lo denominan "un lugar para el asombro". También culturalmente estas tierras fueron habitadas por algunos integrantes de etnias como los comechingones, que habitaban en toda la provincia de Córdoba, como por ejemplo el cerro Pajarillo, de 1690m, el segundo más alto de las Sierras Chicas, y en el valle de Ongamira o las Grutas de Ongamira, que hasta el siglo XVI fue lugar de asentamiento de la cultura de los comechingones.
Desde el cerro Uritorco descienden numerosos cursos de agua, muchos en forma subterránea, llegando a formar termas; entre estos cursos se destaca el pequeño río Calabalumba —casi seco durante el estío— que se dirige hacia el oeste pasando por Capilla del Monte.
Paisajísticamente, el Uritorco presenta grandes atractivos. Para comenzar, se destaca como una mole de abruptas laderas entre las otras montañas. Durante los atardeceres de las jornadas despejadas, precisamente en el momento del ocaso solar, gran parte de las laderas toman un brillante color dorado. Desde su cumbre se tiene un magnífico belvedere de los valles que lo rodean. El mirador se ubica sobre el nivel más frecuente de las nubes; sin embargo, éstas no suelen impedir la visión de las tierras bajas, ya que las rachas de viento fresco constantemente crean zonas despejadas entre las nubes o su caligine. Es frecuente ver planear en torno a la cumbre a cóndores y jotes.
Durante los inviernos, el Uritorco se encuentra cubierto de hielo y nieves. Durante el otoño (de abril a junio), en cambio, el paisaje se torna amarillo y cobrizo a causa de los quebrachos colorados y de los follajes de los árboles caducifolios.
Los faldeos del Uritorco se encuentran poblados de palmas caranday (llamadas en Córdoba "cocos" aunque no produzcan cocos), seguidas luego por un estrato de árboles caducifolios típicos de climas fríos, entre los que se encuentran los molles. Hacia los 1500 m s. n. m. aparecen prados de altitud, musgos, líquenes, algunos helechos y roquedales casi desprovistos de vegetación. Por todos estos motivos esta montaña es una Reserva Natural, aunque se encuentra en manos privadas.
En cuanto a la escalada de esta montaña, la senda más usada se ubica al suroeste de su base y sus laderas. Tal senda es relativamente fácil de trepar durante las horas de luz diurna y por lo tanto requiere poco equipo, excepto un calzado resistente y bien afirmado al pie, así como un bordón o bastón fácilmente improvisable y una cantimplora o caramañola; lo imprescindible es que quienes intenten el ascenso tengan un buen estado físico. Las otras sendas son mucho más difíciles, llegando a un grado de dificultad «5»; en ciertas partes de las laderas septentrionales existen precipicios.