Una villa es un tipo de casa de campo[1] que tiene su origen en las costumbres de las clases altas de la antigua Roma. Desde la configuración original de las villas romanas, su concepto y función ha evolucionado considerablemente a lo largo del tiempo. Después de la caída de la república romana, las villas se convirtieron en pequeños complejos agrícolas, que se fortificaron cada vez más en la antigüedad tardía, y en ocasiones pasaron a la Iglesia para su reutilización como monasterios.[2] Posteriormente, evolucionaron gradualmente a través de la Edad Media hasta convertirse en elegantes casas de campo de clase alta durante el Renacimiento. En el lenguaje moderno, el término "villa" puede referirse a varios tipos de viviendas generalmente aisladas y rodeadas de un terreno propio, que van desde las fincas de recreo utilizadas principalmente en la época de vacaciones, a residencias permanentes en ambientes rurales o semiurbanos.