La digestión del almidón requiere seis enzimas intestinales, de las cuales dos son α-amilasas. Las cuatro restantes se han identificado como maltasas, exoglucosidasas unidas a la superficie luminal de los enterocitos.[1]
En la mayoría de los casos es equivalente decir alfa-gluosidasa a maltasa, pese a que el término "maltasa" pone énfasis en la naturaleza del disacárido del sustrato del cual se esconde la glucosa, mientras que "alfa-glucosidasa" enfatiza en el enlace sin importar el tamaño del glúcido.