Las Meditrinalia, en la religión de la Antigua Roma, eran unas fiestas agrarias que se celebraban el 11 de octubre para celebrar la nueva vendimia, ofreciendo libaciones a los dioses por primera vez en el año. En esa fecha, se comenzaba a probar el vino nuevo con el vino del año precedente, considerando que la mezcla poseía propiedades curativas.